Geertruida Wijsmuller-Meijer

(1896 - 1978)

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Geertruida Wijsmuller-Meijer, conocida como 'Truus' en su familia, nació en la ciudad de Alkmaar.(Holanda).

Era la primogénita de Jacob Meijer, que era empleado en una farmacia, y Hendrika Boer, una modista independiente.

Sus padres eran personas muy solidarias, tras la Primera Guerra Mundial alojaron en su casa de Alkmaar a niños austriacos en situación de necesidad.Siempre recordó la frase que le legaron sus padres : “Ayuda siempre a aquellas personas que realmente lo merecen y necesitan, sin importar el color de su piel, su religión ni su nacionalidad”.

Asistió a la Escuela de Comercio y se empleó en un Banco, así conoció a su esposo, el banquero Joop Wijsmuller.

Después de casarse, en 1923, y frente al diagnóstico de la imposibilidad de tener hijos biológicos Truus se abocó al trabajo social.

Geertruida Wijsmuller-Meijer, conocida como 'Truus' en su familia, nació en la ciudad de Alkmaar.(Holanda).

Era la primogénita de Jacob Meijer, que era empleado en una farmacia, y Hendrika Boer, una modista independiente.

Sus padres eran personas muy solidarias, tras la Primera Guerra Mundial alojaron en su casa de Alkmaar a niños austriacos en situación de necesidad.Siempre recordó la frase que le legaron sus padres : “Ayuda siempre a aquellas personas que realmente lo merecen y necesitan, sin importar el color de su piel, su religión ni su nacionalidad”.

Asistió a la Escuela de Comercio y se empleó en un Banco, así conoció a su esposo, el banquero Joop Wijsmuller.

Después de casarse, en 1923, y frente al diagnóstico de la imposibilidad de tener hijos biológicos Truus se abocó al trabajo social.

En esta tarea, su esposo la apoyó totalmente y además contó con la ayuda incondicional

de Cietje Hackmann,su asistente personal.

A través de su trabajo social, conoció al Comité de Intereses Judíos Especiales y al Comité

Judío de Refugiados.

Su capacidad de observación y su criterio le advirtieron enseguida sobre el peligro en

que se encontraba la población judía ante la escalada violenta de antisemitismo en

Alemania. Sin pensarlo dos veces y abandonando una situación personal

cómoda, Wijsmuller-Meijer comenzó a viajar repetidamente a Viena desde finales de

1938.

Después de la Kristallnacht (ola de pogroms anti judíos ocurridos entre el 9 y 10 de

noviembre de 1938 por toda Alemania, la Austria anexada y las áreas de los Sudetes

de Checoslovaquia recientemente ocupadas por tropas alemana),Wijsmuller se movió

frenéticamente y en diciembre de dicho año consiguió entrevistarse en Viena, con el

director de la Oficina para la Emigración Judía , que era Adolf Eichmann.

De forma prácticamente milagrosa obtuvo permiso para trasladar 600 niños a

Inglaterra, bajo condición de que ella se ocupase personalmente del transporte.Este

permiso fue otorgado con la aprobación de Hitler.

Inmediatamente 150 niños fueron rescatados en lo que pasó a llamarse

“Kindertransport” , de Alemania a Holanda

Viajaban en tren hasta Holanda y luego en barco hasta Inglaterra.

Más tarde utilizó sus conexiones en Europa y el Reino Unido para organizar esos

transportes y la recepción de los niños.

El primer transporte llegó a Harwich ,Gran Bretaña, el 2 de diciembre de 1938 gracias a

las gestiones de Gertruda , a la que muchos empezaron a llamar cariñosamente Tía

Truus, o Auntie Truss.

Consciente de lo que estaba por ocurrir, Truss no detuvo su actividad y continuó

organizando traslados.

Ni bien llegó a Amsterdam organizó el transporte de niños judíos del orfanato de esa

ciudad a Inglateraa.

También dispuso 74 viajes que sirvieron para salvar la vida de 10.000 menores.

Cada semana , 500 niños divididos en grupos de 150, salían del puerto holandés de

Hoek Van Holland con destino a Gran Bretaña.

El último transporte salió de Alemania el 1 de septiembre de 1939 y el último salió de

Holanda vía IJmuiden el 14 de mayo de 1940, el día en que Holanda se rindió al ejército

alemán.

El último barco en el que partieron los niños fue el SS Bodegraven.

La rendición de Holanda puso fin a la tarea de Truss de seguir gestionando la huída de

niños de forma masiva a través de los Kindertransport, pero no por eso bajó los brazos.

Fue voluntaria en campos de trabajo en Francia, ayudando a numerosas personas a

llegar desde allí a España.

Además participó en el transporte de medicamentos y alimentos a los campos franceses

de Gurs y St. Cyprien.

Estos fueron campos de refugiados construídos por las autoridades de la Tercera

República de España , para acoger combatientes republicanos españoles y voluntarios

de las Brigadas Internacionales.En 1940 se convirtieron en campos de concentración

para judíos de cualquier nacionalidad, excepto francesa.

En 1941, los alemanes decretaron que los judíos podían abandonar los Países Bajos,

pagando la suma de 50.000 francos suizos.Esto produjo una ola migratoria de refugiados

que huían hacia el sur de Francia y España.

Truss se dedicó a acompañar a estos grupos, que se movían en un número nunca mayor

de 35 personas a la vez, en tren desde Amsterdam a Bruselas y luego a París y el sur de

Francia.Desde allí podían pasar a España y luego salir a países más lejanos.

Las actividades de Truus nunca pasaron totalmente desapercibidas para las autoridades.

En febrero de 1941, inexplicablemente, la Cruz Roja Holandesa la acusó de portar

documentos de identidad falsificados y aunque el asunto se aclaró posteriormente, a

Truus se le prohibió entrar en la Francia de Vichy.

El 20 de mayo de 1941, la Gestapo la detuvo por los mismos cargos y la sometió a

interrogatorio. Fue liberada por falta de pruebas y su grupo de Resistencia le pidió que

redujera sus actividades para no poner en peligro a otros compañeros.

Bajó su perfil , pero continuó trabajando con un grupo religioso que enviaba paquetes de

alimentos a los campos de Westerbork, Bergen Belsen Theresienstadt y a las prisiones de

Amsterdam.

En 1944 volvió a intervenir activamente , salvando a un grupo de 50 huérfanos judíos que

estaban internados en Westerbork.

Convenció a los alemanes de que los niños eran arios y en lugar de ser transportados a

Auschwitz , fueron enviados a Bergen Belsen y luego a Theresienstadt, donde recibieron

un trato preferencial y sobrevivieron.

Al finalizar la guerra, cuando en mayo de 1945 llegó a Maastricht el primer tren procedente

de Theresienstadt, Truus estaba allí para recibir a los niños. Los 50 habían sobrevivido.

En reconocimiento a su heroísmo, muchos países honraron a Geertruida Wijsmuller.

El 30 de septiembre de 1948 recibió la Medalla de Gratitud de la República Francesa; en

mayo de 1957 fue honrada en Bonn por la Cruz Roja Alemana y en 1959 recibió la Estrella

al Mérito de la Orden de San Jorge de Antioquía.

Fué concejala en Amsterdam durante dos décadas, miembro de la junta directiva de la

Casa de Ana Frank y luchó por promover los derechos de los discapacitados.

Hay en esa ciudad varios monumentos que la recuerdan.

A pesar de eso su historia activa durante el Holocaustoen,en el que salvó las vidas de

miles de judíos, principalmente niños, es muy poco conocida.

En el año 2017, el rabino Lody van de Kamp, publicó un libro sobre los Kindertransport,

titulado : Sara, la niña que iba en el transporte”, e invitó a la cineasta holandesa Pamela

Sturhood a filmar un documental acerca del mismo.Al leer el libro , Pamela se encontró

con un nombre que se repetía muchas veces:

“El nombre de Truus seguía apareciendo. No podía entender cómo su

historia no era conocida, así que comencé a investigar sobre ella. Decidí

hacer un documental sobre ella, porque realmente merece el

reconocimiento”.

Entonces , la cineasta comenzó una carrera contra el tiempo para encontrar a parte de

esos niños .

Pamela encontró la lista de los pasajeros del último barco, el SS Bodegraven, que zarpó

con los últimos 74 niños que quedaban en el orfanato Burgerweeshuis de Amsterdam.

Truus podía haberse ido con ellos, pero optó por quedarse con su marido y seguir

trabajando en la ayuda de los necesitados.

Pamela localizó a 17 niños, que viven en distintos países del mundo y grabó sus

testimonios , plasmados en un documental llamado: “Los Niños de Truus”.:

“Cuando llegamos a la estación, venía un tren con niños y una señora, una

dama con sombrero, siempre recuerdo su sombrero, y le dijo a mi madre:

‘Mañana volveré con un transporte de niños, tú estarás allí con tus hijos y

yo los llevaré”, relata Sophie Scheinowitz, de 87 años, en el trailer del

documental .

Arthur Adler, uno de los niños de ese transporte relata:

“La señora Wijsmuller venía al orfanato todos los días con un comité de mujeres judías.

Sólo más tarde me enteré de que ella era una de las personas que habían organizado

nuestro rescate”.

Arthur recuerda que Wijsmuller se preocupaba de que los niños tuvieran clases de

natación y los invitaba a cenar los viernes por la noche en la casa que compartía con su

esposo .

“A pesar de que ella misma no era judía, Wijsmuller conocía las tradiciones judías. Se

aseguró de que los niños acudieran a la sinagoga, y de que Arthur celebrara su Bar Mitzvá

cuando cumplió 13 años”,

“La tía Truus” salvó las vidas de miles de judíos, principalmente niños, durante el

Holocausto, pero su historia no se conoce. Pocos, incluso en los Países Bajos, han oído

hablar de Wijsmuller desde su muerte.

La escritora chilena Isabel Allende la nombra en su novela titulada :”El viento conoce mi

nombre”.

El 18 de octubre de 1966, Yad Vashem reconoció a Geertruida Wijsmuller-Meijer como Justa de las Naciones.

Visitó Israel y plantó un árbol en Yad vashem en 1967.

Truus falleció en Amsterdam el 30 de agosto de 1978, a los 82 años.

Fuentes;

Yad vashem

Enlacejudío.com

The times of israel