Alberto Carlos de Liz Teixeira Branquinho

Fue un diplomático portugués que se desempeñó como Encargado de negocios en la embajada de Portugal en Budapest, Hungría, durante la gestión del embajador Carlos Sampaio Garrido; a quien reemplazó al frente de la embajada, una vez que este tuvo que dejar su puesto, entre el 5 de junio y el 29 de octubre de 1944.

En sus informes a su gobierno, Alberto Branquinho, dio cuenta acerca de la persecución a los judíos y la acción de las otras legaciones de países neutrales, categoría a los que Portugal se había sumado.

Branquinho obtuvo entonces de su gobierno, la autorización para otorgar documentación y /o pasaportes portugueses a judíos húngaros que demostraran haber tenido en los últimos años “cualquier tipo de relación moral, intelectual o comercial con Portugal o con Brasil (país que Portugal representaba diplomáticamente)”.

Olivera Salazar (gobernante de Portugal), actuaba motivado por cálculos políticos y estratégicos, Branquinho, en cambio, lo hacía por razones exclusivamente humanitarias.

Otorgó 1000 documentos de protección, entre ellos 700 pasaportes provisionales sin indicación de nacionalidad portuguesa, cumpliendo con la exigencia de Salazar, para impedir cualquier reclamo posterior.

Tal como lo hicieron las legaciones de Suecia y Suiza, dio asilo a decenas de judíos en las distintas dependencias de la embajada y siguiendo las instrucciones del embajador Carlos Sampaio Garrido, brindó defensa consular a los judíos que lo solicitaron.

En octubre de 1944, el gobierno fascista de Dome Szlojai, tomó el poder en Hungría y al no ser reconocido por el gobierno de Portugal, Branquinho debió regresar a su país de origen.

Hasta 1966 cumplió funciones diplomáticas en distintos destinos.

Alberto Branquinho falleció en Viseu- Portugal en 1973.

En mayo de 1995, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Hungría realizó en Lisboa un acto de homenaje a Sampaio Garrido y Alberto Branquinho, por su actuación en el rescate de judíos húngaros.

En Budapest, detrás de la Sinagoga Dohány, junto al Árbol de la Vida, se erige un memorial que recuerda el Holocausto, y rinde homenaje a todos aquellos que ayudaron a salvar a los judíos.

En una de las piedras está grabado el nombre del diplomático portugués Carlos de Liz-Teixeira Branquinho, junto con el de otros diplomáticos como Raoul Wallenberg ,Ángel Sanz Briz , Carl Lutz Y Sampaio Garrido.