Carlos Sampaio Garrido fue Ministro Plenipotenciario y Embajador de Portugal en Budapest entre los años 1939 a 1944.
Junto con el encargado de negocios de la embajada, Teixeira Branquinho, alquiló casas y departamentos para albergar y proteger a refugiados judíos de la deportación y establecieron una legación de la Cruz Roja Portuguesa para atenderlos.
El 4 de abril de 1944, Carlos Sampaio Garrido, envió un cable diplomático a su gobierno en el que describía la difícil situación de los judíos en Hungría y los decretos anti judíos destinados a «humillarlos, robarlos y perseguirlos».
Obtuvieron permiso del ministerio de Antonio Olivera Salazar,para emitir documentación a las personas que tuvieran parientes en Portugal, Brasil o en colonias Portuguesas.
También incluía a personas que hubiesen tenido cualquier relación moral, comercial o intelectual con Portugal.
Dicha documentación no debía mencionar nacionalidad portuguesa, con el fin de evitar futuros reclamos.
En ese ínterin y debido al bombardeo aliado, algunas de las embajadas decidieron mudarse a las afueras de Budapest, entre ellas la portuguesa.
El embajador alquiló una casa a unos 60 km. y trasladó las oficinas de la embajada y su hogar a la nueva ubicación.
En su nueva residencia acogió a una decena de ciudadanos húngaros, la mayoría de ellos judíos, para protegerlos.
Entre estas personas estaban su secretaria judía, Magda Gabor, ( prometida del embajador ) y muchos miembros de su familia.
Sampaio Garrido no informó a su gobierno de este hecho.
El 23 de abril de 1944 y tras la ocupación alemana de Hungría, el gobernante portugués Salazar, decidió ordenar a su embajador que regresara a Lisboa y dejara en su lugar a Teixeira Branquinho.
El 28 de abril , a las 5 de la mañana, la policía húngara irrumpió en la casa del embajador y arrestó a los habitantes de la misma.
El embajador resistió físicamente a la policía y también fue arrestado para luego ser liberado junto con sus invitados, invocando los derechos legales extraterritoriales de las legaciones diplomáticas.
Fue así que todos ellos salvaron sus vidas.
Varios días después, los húngaros declararon a Sampaio Garrido persona non grata.
Fue solo en este momento cuando el embajador informó a Salazar de la identidad de las personas que había alojado en su casa.
El 2 de febrero de 2010, Yad Vashem reconoció a Carlos Sampaio Garrido Justo de las Naciones.