Raoul Gustav Wallenberg

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Raoul Gustav Wallenberg nació el 4 de agosto de 1912 en Estocolmo,Suecia,en el seno de una familia aristocrática sueca.

En 1931,viajó a los Estados Unidos para estudiar Arquitectura en la Universidad de Michigan,donde también aprendió ruso,graduándose en 1935.

Al regresar a Suecia, su abuelo le consiguió un trabajo en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde trabajó para una compañía sueca dedicada a la venta de materiales de construcción.

Ese mismo año fue a trabajar a una filial del Banco Holandés en Haifa, entonces bajo el Mandato Británico de Palestina. Allí hizo amistad con judíos húngaros.

Raoul Gustav Wallenberg nació el 4 de agosto de 1912 en Estocolmo,Suecia,en el seno de una familia aristocrática sueca.

En 1931,viajó a los Estados Unidos para estudiar Arquitectura en la Universidad de Michigan,donde también aprendió ruso,graduándose en 1935.

Al regresar a Suecia, su abuelo le consiguió un trabajo en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde trabajó para una compañía sueca dedicada a la venta de materiales de construcción.

Ese mismo año fue a trabajar a una filial del Banco Holandés en Haifa, entonces bajo el Mandato Británico de Palestina. Allí hizo amistad con judíos húngaros.

Regresó a Suecia nuevamente en 1936 y aceptó trabajar en The Central European Trading Center. La

firma pertenecía a Koloman Lauer, a quien le estaba prohibido el ingreso a ciertas partes de Europa por

ser judío, por lo que en esos casos Wallenberg tomaba su lugar.

Fue entonces cuando Wallenberg empieza a conversar con los nazis y a entender su estructura de

pensamiento.

A principios de los años 1940 realizó varios viajes de negocios a los países de la ocupación nazi, incluido

Hungría. Ello lo convirtió en testigo de las políticas de la Alemania nazi.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Hungría se alía a Alemania, pero el aumento de las

bajas en la fuerzas húngaras llevó al país a pedir un armisticio con los Aliados.

Estos factores llevaron a que las relaciones entre Hungría y el Reich llegaran a su máxima tensión y el

19 de marzo de 1944 , las tropas alemanas ocuparon Hungría ,forzando al jefe de estado, Miklos Horthy,

a nombrar un gobierno pro-alemán con Dome Sztojay como primer ministro.

Poco después de la ocupación alemana, oficiales húngaros organizaron y ejecutaron redadas de judíos,

que eran luego transferidos a manos de los alemanes.

Por otro lado el 8 de julio Miklos Horthy, había suspendido las deportaciones de judíos húngaros a

Alemania., presionado por los aliados y el Papa, después de haber recibido un informe acerca del

destino judío en Auschwitz.

Pero el gobierno de Sztojay estaba preparado no sólo para continuar la guerra sino también para

deportar a los judíos húngaros a la Polonia ocupada por Alemania.

El oficial de la S.S. Adolf Eichman , llega al país para organizar la deportación .

Auschwitz-Birkenau se prepara para recibir a los prisioneros y se construye una nueva vía férrea que

entra al campo.

En junio de 1944, el Consejo estadounidense de refugiados de guerra (War Refugee Board, o WRB), un

comité creado por el entonces presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosvelt, convenció a

Raoul Wallenberg de viajar a Hungría como diplomático.

Su cargo sería el de primer secretario de la Delegación sueca en Hungría.

Como integrante de la Legación sueca, Wallenberg debía hacer lo que le fuera posible para ayudar y

salvar a los judíos húngaros que aún no habían sido enviados a Auschwitz.

Llegó a Budapest el 9 de julio de 1944 ,con una lista de judíos a quienes debía ayudar, y 650 pasaportes de

protección (SchutzPass) para judíos que tuvieran alguna conexión con Suecia.

Para julio de 1944, húngaros y alemanes habían deportado aproximadamente 440.000 judíos de

Hungría, casi todos ellos a Auschwitz-Birkenau.

Allí las SS asesinaron aproximadamente 320.000 de ellos a su llegada al campo y mandaron al resto a

hacer trabajos forzados.

En Budapest quedaron cerca de 200.000 judíos y las autoridades húngaras intentaban deportarlos

conforme al requerimiento de los alemanes.

A pesar de su total falta de experiencia en la diplomacia y las operaciones clandestinas, Wallenberg

dirigió uno de los esfuerzos más extensos y exitosos de la guerra.

Su trabajo con el WRB y el Congreso Judío Mundial impidió la deportación de decenas de miles de

judíos húngaros al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.

Con la autorización del gobierno sueco, Wallenberg empezó, a poco de llegar a Budapest, a distribuir los

certificados de protección ( Schutz Pass).

El salvoconducto autorizaba a su portador a viajar a Suecia o a cualquier otro país que Suecia representara.

Cerca de 4.500 judíos obtuvieron estos documentos, que los protegían de trabajos forzados y los eximían de

usar la estrella amarilla.

Usó fondos suecos y del WRB para crear hospitales, guarderías, y comedores, que los convertía en

“casas seguras”.

Colocó en la entrada letreros falsos en los que se leía “Biblioteca de Suecia” o “Instituto Sueco de

Investigaciones” ,etc, eso convertía a estos espacios en extraterritoriales.

Los lugares llegaron a ser 30 y sirvieron para albergar refugiados.

Durante el otoño de 1944, Wallenberg intermedió varias veces, y a menudo personalmente, para

asegurar la liberación de los titulares de certificados de protección, y también de las personas con

documentación falsa, tratando de salvar a la mayor cantidad de gente posible.

Colegas de Wallenberg en la delegación sueca y diplomáticos de otros países neutrales también

participaron en las operaciones de rescate.

En octubre de 1944 y a pesar de que el ejército Rojo se acercaba, el movimiento fascista Cruz Flechada se

apoderó del poder e instauró un régimen de terror. Los judíos eran asesinados en las calles o arrastrados al

río Danubio donde eran baleados o ahogados.

Eichman regresó al país el 17 de octubre de 1944 y ordenó la deportación inmediata de los judíos de la

ciudad declarando nulos los salvoconductos.

Wallenberg y sus colegas elevaron sus protestas y estos fueron reinstaurados.

Pero el plan de deportar a los judíos a los campos quedó paralizado por otra razón: las líneas férreas estaban

demasiado cerca del frente.

Ante este hecho Eichmann, que no estaba dispuesto a ceder, ordenó una “marcha de la muerte” de decenas

de miles de personas hacia la frontera con Austria.

Wallenberg y otros representantes de los países neutrales siguieron a los caminantes en sus vehículos y

distribuían alimentos, ropa y medicamentos.

Logró sacar a muchos judíos de la marcha de la muerte afirmando que se trataba de sus judíos

“protegidos”.

Continuó entregando pases aún cuando los guardias de Cruz Flechada lo amenazaban con sus rifles.

Colegas de Wallenberg en la delegación sueca y diplomáticos de otros países neutrales también

participaron en las operaciones de rescate.

Los audaces métodos de Wallenberg lo colocaron en un grave peligro, pero nunca pensó en detenerse.

Permaneció en la ciudad durante el sitio soviético de Budapest con los judíos “protegidos” y advirtió al

comandante alemán y al líder de Cruz Flechada que no continuaran con su idea de perjudicar a los judíos

remanentes.

Cuando las tropas soviéticas liberaron Budapest en febrero de 1945, más de 100.000 judíos estaban

aún en la ciudad, resultado de los esfuerzos de Wallenberg y sus colegas.

El número de personas salvadas por Wallenberg se cree que fue alrededor de 100.000 .

La última vez que se vio a Raoul Wallenberg fue en compañía de oficiales soviéticos, a mediados de

enero de 1945. Cuando los soviéticos ingresaron en la ciudad, Wallenberg fue llevado por los soldados

rusos, supuestamente para reunirse con el alto general soviético Malinovsky.

Ello ocurrió un 17 de enero de 1945.

Debe haber sentido el peligro, pues cuando era guiado hasta el vehículo ruso dijo:

“No sé si estoy siendo llevado como un huésped de los soviéticos o como su prisionero”.

Wallenberg, de 32 años de edad en aquel momento, nunca fue vuelto a ver.

En los primeros años de su desaparición, los soviéticos aseguraron no saber de una persona llamada

Wallenberg. Sin embargo, personas que estuvieron encarceladas en prisiones soviéticas sostuvieron que se

habían encontrado con él en varias cárceles.

En 1957 , a causa de una gran presión internacional, los soviéticos hicieron públicos documentos oficiales

que decían:

“el prisionero conocido por ustedes como Wallenberg, murió anoche en su celda”. 17 de julio de 1947.

Muchos continuaron su búsqueda mucho después de su supuesta muerte.

En 1989, el pasaporte diplomático, la cigarrera y otros objetos de Wallenberg fueron hallados en el sótano del

cuartel general de la KGB en Moscú, y fueron restituidos a su familia.

Cediendo a presiones políticas, fue creado un grupo de investigación ruso-sueco, y sus hallazgos fueron

entregados en el año 2000.

El 26 de noviembre de 1963, Yad Vashem reconoció a Raoul Wallenberg como Justo de las Naciones. Su

madre pidió no recibir los honores en su nombre, en la creencia de que su hijo volvería algún día. Sólo

después de su muerte, en 1979, fue plantado un árbol en honor a Wallenberg en la Avenida de los Justos en

Yad Vashem

En 1987, Wallenberg fue galardonado con la ciudadanía honoraria de Israel, y también con la norteamericana

por el Congreso de los Estados Unidos.

La moción fue promovida por el congresal Tom Lantos, cuya vida había sido salvada por Wallenberg. En su

discurso, pronunciado por su hija durante los eventos de recordación del Holocausto en la ONU en enero de

2008, Lantos rindió tributo a Wallenberg:

“Durante la ocupación nazi, este heroico y joven diplomático dejó atrás la comodidad y la seguridad de

Estocolmo para rescatar a sus congéneres del infierno que era Budapest durante la guerra.

Tenía poco en común con ellos: era luterano, ellos eran judíos; era sueco, ellos eran húngaros.

No obstante, con inspirado coraje y creatividad salvó las vidas de decenas de miles de hombres, mujeres y

niños colocándolos bajo la protección de la corona sueca”.

Numerosos monumentos fueron erigidos en todo el mundo en reconocimiento de la legendaria labor de

Wallenberg; instituciones y calles llevan su nombre.

Entre las instituciones cabe nombrar la Fundación Internacional Raoul Wallenberg.

Organización no gubernamental cuya misión es desarrollar proyectos educativos y de divulgación que

promuevan el ejercicio de los valores de solidaridad y coraje cívico que animaron las gestas de los

Salvadores del Holocausto.

En 1985 se estrenó el film :

                                                Wallenberg: A Hero's Story

Fuentes

Yad Vashem

https://www.infobae.com/america/opinion/2020/08/01/

https://encyclopedia.ushmm.org/

https://www.raoulwallenberg.net/